Rayid Alvarado, Coordinador del Movimiento Autónomo 18 de Abril, Nicaragua
Artículo de Opinión: https://drive.google.com/file/d/1nSxlKPEjh2pZ1XtsYZbcdwMjBopwegVR/view?usp=sharing
Esta es la pregunta del millón para los miles de nicaragüenses que soñamos con un país con justicia, democracia, libertad y paz. Y la cual aún no tiene una respuesta accionable, pero sobre la que deberían centrarse cualquier tipo de discusiones, diálogos, debates y acciones; no sobre ataques personales contra cualquiera que llame a un diálogo para intentar, entre todos, buscar respuestas y acciones que nos lleven a alcanzar este objetivo primordial por Nicaragua.
El despertar del pueblo de Nicaragua a partir de abril de 2018 significó una luz de esperanza para los que, desde hace muchos años, no estábamos de acuerdo con la forma totalitaria y dictatorial con la que gobernaban Daniel Ortega, Rosario Murillo y todos sus adeptos que conforman su estructura represiva. Sin embargo, esa luz de esperanza se ha convertido, para miles de familias nicaragüenses, en exilio, cárcel y muerte.
Archivo: octubre 11, 2021 (https://www.vozdeamerica.com/a/rayid-alvarado-nicaraguense-residente-en-madrid/6265700.html)
Y es que ya han pasado siete años desde ese abril de 2018 y los exiliados aún seguimos extrañando a nuestras familias, los desaparecidos y encarcelados siguen extrañando su libertad, y las familias de los asesinados siguen exigiendo justicia por sus seres queridos. Pero ya no podemos seguir igual; las cosas tienen que cambiar. Nosotros, los nicaragüenses, tenemos que construir el país que queremos, y eso inicia con dialogar entre nosotros, escucharnos, llegar a acuerdos sensatos y a acciones concretas que nos encaminen a liberar a Nicaragua y a los nicaragüenses que aún viven en esa enorme cárcel en la que han convertido al país la pareja dictatorial, con ayuda de sus estructuras de represión.
Estados Unidos, la Unión Europea y los distintos actores internacionales ya están cansados de recibir a los diversos nicaragüenses que forman parte de los grupos de oposición, con narrativas distintas, pidiendo diversas cosas. Y los que hemos estado en esas reuniones sabemos qué es lo que la comunidad internacional nos está pidiendo y lo que el pueblo nos exige: UNIDAD.
Pero no esa unidad en la que un grupo se cree el ungido y el más “tuani”, el que tiene más likes, views o seguidores en sus páginas, los que más gritan o tienen más contactos o aliados; sino una unidad donde reconozcamos que, solos, no podremos hacerle frente a una estructura totalitaria y violenta como lo es el Frente Sandinista de Liberación Nacional. Una unidad en la que reconozcamos nuestras diferencias, las respetemos y pongamos, sobre todo, nuestro objetivo común de liberar a Nicaragua. Una unidad por el bien de Nicaragua.
Sobre el cómo liberamos a Nicaragua deberíamos poner todas nuestras energías. Estamos a tiempo para hacerlo. Es por ello que, como nicaragüense, pero sobre todo como parte de la oposición, invito a todas las plataformas, grupos, movimientos y asociaciones a reunirnos este 30 de mayo y empezar a dialogar entre nosotros para buscar la respuesta y acciones que nos lleven a construir un país con justicia, libertad, democracia y paz.
¡Viva Nicaragua libre!