Movimiento Autónomo 18 de Abril
Desde el Movimiento Autónomo 18 de Abril, condenamos con firmeza la represión transnacional impulsada por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la disidencia nicaragüense en el exilio. El reciente informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), publicado el 14 de julio de 2025, confirma lo que venimos denunciando: un patrón sistemático de persecución, hostigamiento y violencia que no reconoce límites geográficos y pone en jaque las libertades fundamentales de quienes alzan la voz desde fuera del país.
El caso más estremecedor es el asesinato del mayor en retiro y analista político Roberto Samcam, ocurrido el 19 de junio en San José, Costa Rica. Samcam, crítico del régimen y figura clave del exilio, fue emboscado por un falso mensajero que le disparó a quemarropa en su propia casa. Este crimen revela la determinación del régimen por callar voces incómodas, sin importar fronteras ni leyes internacionales.
La represión cruzó la frontera con pasaporte diplomático y bala silenciosa…
Pero no se trata de un hecho aislado. La CIDH también denuncia el uso abusivo de mecanismos de cooperación internacional, como las alertas rojas de INTERPOL, para criminalizar a opositores y solicitantes de asilo. Herramientas diseñadas para perseguir delincuentes han sido convertidas por el régimen en armas políticas contra defensores de derechos humanos.
A esto se suman solicitudes infundadas de extradición, vigilancia constante, campañas de difamación, amenazas y otras formas de hostigamiento ejecutadas por agentes o simpatizantes del régimen contra organizaciones civiles nicaragüenses en el exilio.
Desde el Movimiento exigimos a los Estados de acogida —especialmente Costa Rica y los países de la región— que investiguen con la debida diligencia todos estos actos, garantizando independencia, enfoque de género y apego a los estándares interamericanos. La impunidad solo alimenta la bestia represiva y pone en riesgo a quienes luchan por la verdad.
Hacemos un llamado urgente a la comunidad internacional, a la OEA y a la CIDH para que fortalezcan los mecanismos de protección y sancionen a los responsables de estas violaciones. El deber de los Estados no termina en sus fronteras: deben garantizar seguridad a toda persona bajo su jurisdicción y evitar el uso perverso de los canales internacionales de cooperación.
El Movimiento Autónomo 18 de Abril reitera su compromiso con la verdad, la justicia y la libertad. No permitiremos que el miedo silencie nuestra lucha. Aunque intenten callarnos, seguiremos hablando. Aunque quieran desaparecer nuestra voz, seguiremos resistiendo.